
Depresión otoñal
La depresión otoñal es algo bastante común en la época del año en la que estamos. La psicóloga Begoña Giner explica en este artículo cómo podemos hacer frente a la depresión otoñal.
Empieza el otoño. Los días son cada vez más cortos y la luz del sol disminuye. Se han acabado las vacaciones y nos reincorporamos al trabajo, a los estudios, comenzamos nuevas actividades... Impera la rutina. Nos invade la melancolía, la apatía, el cansancio y nuestro estado de ánimo se ve afectado. No tenemos ganas de hacer nada, nos sentimos fatigados, irritables, nos cuesta concentrarnos, aumenta nuestro apetito y ganamos peso. Nuestro sistema inmunológico es más débil y somos más propensos a padecer por ejemplo, un resfriado.
Todos estos síntomas son propios de una persona con depresión otoñal o Trastorno Afectivo Estacional (TAE).
Existen personas con más predisposición a padecerla, siendo la prevalencia mayor en mujeres de entre 20 y 40 años de edad. Normalmente suele ser transitoria. Se caracteriza por ser similar a un cuadro de astenia primaveral pero que se da a principios del otoño. Es algo parecido a lo que sucede en algunos animales, que disminuyen su actividad cuando llega este periodo del año (algunos incluso hibernan).
¿Cuál es el motivo de la depresión otoñal? Pues principalmente por la disminución de la luz solar. Al reducirse el número de horas de sol, aumenta el nivel de melatonina, la hormona directamente relacionada con el control de las emociones y encargada de regular el ritmo biológico de nuestro organismo (ciclo vigilia-sueño), por lo que podemos explicar la sensación de fatiga o somnolencia. Con el aumento de esta hormona se produce una disminución de la segregación de serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”.
Este neurotransmisor está relacionado con nuestro equilibrio y bienestar emocional.
Así pues, a nivel fisiológico el trastorno afectivo estacional va a ser un cúmulo de factores como el nivel de neurotransmisores, nuestro sistema endocrino e inmunológico y el factor genético.
Cómo prevenir la depresión otoñal
Entonces… ¿Qué podemos hacer para evitar la depresión otoñal? Una serie de pautas que ayudan son:
- Practicar ejercicio moderado diario (por ejemplo caminar 30 minutos al día). Es la mejor forma de generar endorfinas, las hormonas que de forma natural ayudan a nuestro sistema inmunológico y a nuestro estado de ánimo.
- Buscar zonas soleadas. Tratar de aprovechar las horas de luz natural. Exponernos a la luz solar mínimo unos 10 minutos al día. La fototerapia se usa como tratamiento efectivo en caso de necesidad de intervención profesional.
- Seguir una buena y variada alimentación. Una dieta que incluya proteínas ayudará a estimular la producción natural de neurotransmisores como la dopamina. A su vez, los hidratos de carbono nos proporcionarán la glucosa necesaria para un buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso y el cerebro. La vitamina B también es importante.
- Marcar unas metas realistas y ajustadas. Proponernos de cara al otoño e invierno unas metas desproporcionadas que no se cumplen hará que nos frustremos y caigamos en un estado de ánimo negativo.
Si con todas estas pautas no logramos superar por nosotros mismos la sintomatología depresiva, lo más aconsejable es solicitar la ayuda profesional de un psicólogo.
Puede pedir cita online con la psicóloga Begoña Giner a continuación.PIDE CITA ONLINE
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